La construcción de la línea

Las obras de construcción de la Línea  se iniciaron oficialmente el 31 de agosto de 1883.

Desde la cima del monte Pingallo, mediante el sonido de una bocina se dio la orden para que explotaran los primeros barrenos. Se oyeron 1.480 explosiones. Vitigudino, Lumbrales, Hinojosa y La Fregeneda vivieron auténticos días de fiesta.

Tras 4 años de trabajos, el 8 de diciembre de 1887 se inauguraba la línea en un acto solemne en el que dos trenes, uno portugués y otro español, se unían en el centro del Puente Internacional de Vega Terrón, en La Fregeneda.

En algunos momentos de la construcción del trazado se emplearon más de 2.000 trabajadores, que vivieron fundamentalmente en las poblaciones de Hinojosa de Duero y La Fregeneda.

Los trabajos en las Arribes fueron muy duros. A base de cargas de dinamita tuvieron que abrirse numerosos túneles, mientras que los escarpados cauces de los ríos y arroyos se salvaron con grandes puentes de hierro. Este peligroso trabajo, junto con la inexistencia de infraestructura sanitaria y numerosas epidemias, produjo muchísimas muertes entre los trabajadores, lo que obligó a construir un nuevo cementerio en La Fregeneda.